Tema
Quinoterapia es una recopilación de chistes gráficos de Quino (seudónimo de Joaquín Salvador Lavado Tejón –1932-2020–, célebre por ser el creador de Mafalda) que aborda, a través del humor, temas relacionados con la relación médico-paciente, con la percepción social y la autopercepción del médico y con la autopercepción del paciente en su vivencia de la enfermedad y en su relación con los sanitarios. A lo largo de las viñetas, Quino se sumerge en las paradojas de la condición humana, especialmente en su relación con la medicina y la salud.
Puntos fuertes
A través de su característico estilo gráfico y una aguda crítica social, la obra invita a reflexionar sobre el impacto de la medicina en la vida diaria, presentando con ironía tanto los aspectos más cómicos como las tensiones y contradicciones que la relación clínica puede plantear. Aunque los chistes son independientes, forman un conjunto coherente que ofrece una reflexión profunda sobre los médicos, los enfermos, y la dialéctica que se establece entre ambos.
Uno de los puntos más destacados de Quinoterapia es su habilidad para tratar temas complejos de manera sencilla y accesible, con un humor que habitualmente invita a la reflexión. Aunque cada viñeta es autónoma, la obra en su conjunto tiene un mensaje común que aborda de manera crítica y reflexiva cómo la medicina (y los profesionales que la ejercen) se entrelaza con las vidas de las personas. Quino utiliza la ironía para examinar tanto los aspectos más humanos de la medicina como las tensiones sociales que la rodean, ofreciendo una mirada crítica sobre la percepción social del médico y su papel en la comunidad, la relación médico-paciente y las expectativas sociales hacia la salud y la enfermedad.
Un aspecto particularmente interesante de la obra es la representación del médico como figura de autoridad moral, un tema presente en varios chistes. Las viñetas recopiladas en Quinoterapia fueron elaboradas antes incluso de que en España la autonomía del paciente, que en la actualidad es fundamental en la práctica de los profesionales de la salud, se reconociera y se regulara por Ley como uno de los principales pilares de la relación sanitario-paciente (la edición original de este libro data de 1985). Como consecuencia, la actitud de los médicos que Quino nos presenta aquí es paternalista, en el mejor de los casos, y déspota, incluso, en el peor. En la época en que se publicaron estos chistes, el médico era visto no solo como un profesional de la salud, sino como una figura casi infalible, un punto de referencia moral y social. Quino se burla de esta autoridad moral con toques de sarcasmo y crítica, convirtiéndola en autoritarismo, poniendo en evidencia el ego de los médicos y las contradicciones que surgen cuando esta figura se ve como intocable. Este enfoque permite reflexionar sobre cómo la medicina ha evolucionado y cómo las percepciones sociales sobre la autoridad médica han cambiado con el tiempo.
Además, es interesante notar que, en las viñetas de Quino, los médicos representados son todos varones, una característica que refleja la realidad de la profesión en los años en que estos chistes fueron creados. En contraste con la actualidad, donde la medicina se ha feminizado significativamente, Quinoterapia presenta un panorama en el que los médicos son esencialmente hombres (y las enfermeras, en contrapartida, mujeres), lo cual resalta el contexto social y cultural de la época. Este contraste invita a reflexionar sobre cómo la medicina ha cambiado, no solo en términos de la percepción social sobre los médicos, sino también en lo que respecta a la composición de la profesión, que hoy en día está dominada por mujeres en muchas áreas.
Aunque es mundialmente conocido por sus cómics de Mafalda (su único personaje con continuidad), sus chistes gráficos, que a pesar de ser independientes entre sí han sido recopilados en varios libros monográficos que los agrupan por temáticas, son también muy apreciados. Como en otras de sus obras, Quinoterapia es un ejemplo del dominio del autor en la síntesis de ideas complejas a través de la simplicidad gráfica. El humor, en este caso, se convierte en un vehículo poderoso para la reflexión y la crítica social, algo que se ha vuelto una constante en la obra de Quino a lo largo de su carrera. Su capacidad para abordar temas profundos con ligereza y claridad es uno de los aspectos que convierte a Quinoterapia en una obra relevante dentro del campo de la Medicina Gráfica.
En cuanto a la edición más reciente, la versión de Quinoterapia publicada por Lumen en su colección Lumen Gráfica en 2022 ha recuperado esta obra para los lectores actuales después de años descatalogada.
Por qué es medicina gráfica
Desde la perspectiva de la Medicina Gráfica, Quinoterapia se presenta como una obra que, mediante la agudeza del humor gráfico, invita a la reflexión sobre la salud, la medicina y sus implicaciones en la vida de las personas: muy especialmente, sobre la relación médico-paciente. Los chistes abordan temas médicos y psicológicos con ligereza, pero al mismo tiempo, desnudan las tensiones y contradicciones que emergen en la interacción entre los pacientes, los médicos y la sociedad en general. Al tratar sobre la relación con el médico, y la influencia de las expectativas sociales en la medicina, Quino utiliza el humor gráfico como un medio para cuestionar y reflexionar sobre el rol de la medicina en la vida cotidiana, tanto desde el punto de vista de los pacientes como de los profesionales de la salud. Precisamente porque estas viñetas son producto de una época pretérita, en que la relación médico-paciente se configuraba bajo premisas diferentes, en la actualidad tienen el valor de ofrecer una mirada caricaturesca que nos confronta con situaciones y actitudes muy diferentes de las que hoy se aceptan, y se defienden, como deseables.
Pero Quino no se limita a presentar una visión crítica del médico desde la óptica del enfermo (el cual con mucha frecuencia aparece como un personaje desvalido, vulnerable, incluso físicamente enclenque, manipulable y manipulado), sino que también ofrece múltiples visiones del propio médico diferentes entre sí, algunas de las cuales se presentan como autopercepción por parte de éstos: además de como prócer, Quino dibuja al médico, también, como mecánico, como bordador, como artificiero, como prestidigitador, como un trabajador abnegado a quien le supone un elevado coste personal involucrarse en una batalla permanente contra la enfermedad y la muerte cuyo trofeo, en caso de victoria, es la vida del paciente que le pide ayuda.
El valor del humor gráfico dentro de la Medicina Gráfica va más allá de su capacidad para generar reflexión; de manera involuntaria, puede servir también como un reflejo de las concepciones, opiniones y actitudes predominantes en la sociedad en que se genera. Los chistes, como objeto de estudio en disciplinas como la sociología e incluso la historia, actúan como testimonio de lo social, ofreciendo una mirada testigo de las percepciones y valores de una determinada época.
En el contexto de Quinoterapia, el humor gráfico no solo permite una crítica mordaz de las instituciones y prácticas médicas, sino que también revela las actitudes y estructuras sociales subyacentes de su tiempo, como la figura de los médicos como autoridades infalibles, el predominio masculino en la profesión, y la autopercepción del médico, con todas sus contradicciones. Este doble papel del humor gráfico como crítica y testimonio social enriquece su valor dentro de la Medicina Gráfica.
Premios y enlaces de interés
Quino fue galardonado con el Premio Príncipe de España de Comunicación y Humanidades en el año 2014.
Tiene una página web oficial:
