Los incorregibles

Los incorregibles

Autores/as
Julia Wertz.
Título original
Impossible people. A completely average recovery story.
Lengua
Castellano.
Traducción
Regina López.
Número de páginas
320.
Fecha de publicación
Octubre de 2024.
Editorial
Errata Naturae.
ISBN
9788419158796

Tema

Julia Wertz nos cuenta una historia autobiográfica de su viaje de reconocimiento de la dependencia al alcohol y el esfuerzo y dificultades para abandonar el hábito y manterse abstemia. El propio subtítulo de la obra, Los incorregibles (De cómo dejé de beber en Nueva York), es toda una declaración de intenciones de cuál es el tema central. Ella es dibujante de cómics independientes y comparte estudio con otros autores en Nueva York. A diferencia de otros artistas que compaginan el cómic con otros trabajos para mantenerse, Julia prácticamente recibe ingresos por este trabajo, y eso la obliga a vivir en el sótano de un edificio acondicionado para que se pueda quedar ahí, aunque sea de manera irregular, pero es que en una ciudad tan cara, no tiene muchas más opciones. Su vida es un poco desastrosa, lo cual la conduce a beber para abstraerse de otras carencias.

Puntos fuertes

La obra está dibujada con un estilo muy sencillo, son personajes casi caricaturescos. El estilo de narrativa es conservador, con plantillas más bien estáticas que aportan un tono documental a la obra. Pero es que ese es uno de los puntos más característicos del cómic, y es que aunque el alcoholismo se puede considerar el motor principal de la historia, a partir del tercio es prácticamente un tema que pasa a segundo plano, aunque siempre presente. Es a partir de ahí que la obra pasa a ser un mero documental de su día a día, sus experiencias en el mundo del cómic, su dificultad para relacionarse con otras personas, o sus esfuerzos por mantener una relación sentimental. Todo ello lo cuenta con un tipo de narrativa tranquila y poco dinámica, aunque más por el tono empleado que por la capacidad de atraer al lector, ya que en ese sentido, consigue mostrar con tanto acierto todos los factores que la rodean (y que contribuyen a su pulsión enólica) que los personajes son magnéticos pese a sus imperfecciones.

Muestra de manera muy acertada la falta de perspectiva de su protagonista, que no se ve con un «problema real», y piensa que se pasa un poco a veces, pero no tiene ningún tipo de adicción. Resulta llamativa una escena en la que realiza un test de internet para saber si es alcohólica, y lo completa satisfecha porque «solo» ha contestado afirmativamente a 16 de las 20 preguntas. También vemos cómo comienza consultando con psicólogos o psiquiatras que la aconsejan y acaba yendo a una clínica de desintoxicación, incapaz de abandonar el hábito sin ayuda. Es muy importante, y no lo muestra de una manera explícita, pero queda más que patente, la importancia que tiene el apoyo familiar. Su hermano vive en otro estado, pero es un ex adicto a drogas. En los momentos más bajos de Julia, su hermano es el primer apoyo que recibe a través de llamadas telefónicas en las que puede compartir sus inquietudes y recibir consejos de alguien que sabe por dónde está pasando.

Sí hay un aspecto que es importante que el sanitario explique a un posible lector ajeno a la profesión, y es que puede resultar llamativo cómo los profesionales sanitarios inmediatamente recurren a medicación para ayudarla a contener la ansiedad o a conciliar el sueño. La protagonista las rechaza inicialmente, sorprendida por ese recurso fácil al medicamente en lugar de probar otras vías antes. Entiendo que es un intento de reforzar ese aspecto de no querer reconocer que necesita ayuda, pero da una sensación de inmediatez hacia la medicación que puede sorprender un poco a los sanitarios, cuando lo que pasa en realidad es que hay momentos en los que la medicación puede ayudar a superar algunos obstáculos muy altos.

Por qué es medicina gráfica

La obra aborda directamente el alcoholismo, y secundariamente la depresión. También se tocan aspectos relacionados con el apoyo de los familiares, el rechazo a la enfermedad y la importancia de los cuidadores, en este caso concreto en forma de esas madrinas que sirven de referencia cuando estás en fase de rehabilitación. Muestra de una manera muy clara que cualquier persona puede caer en la adicción, y no hay ningún perfil concreto. Sí hay factores condicionantes que se pueden deducir en este caso concreto, como son ciertos rasgos de personalidad introvertida, con tendencia a dejarse influenciar, así como la soledad y la necesidad de encontrar una vía de escape en el alcohol que ayude a «huir de la realidad». Es un concepto que se explora también en la obra Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad. Otra referencia en cuanto a la manera de mostrar la enfermedad y de la propia actitud de su protagonista la encontramos en las obras de Gabrielle Bell (Todo es inflamable, Voyeurs), que como curiosidad, aparece compartiendo salones de cómic con la protagonista en esta obra.

Una obra sincera, que no tiene espíritu expreso de intentar resultar una obra de servicio para personas con problemas de alcoholismo, pero que muestra de un modo tan directo la experiencia de Julia Wertz que resulta el mejor espejo donde se puede mirar alguien con este problema, y sobre todo ayudar a comprender mejor a los familiares de este tipo de pacientes, por la visión que muestra del problema y la incapacidad que tienen por reconocerlo.

Premios y enlaces de interés

Web de la obra.

Instagram de la autora.

ficha de Los incorregibles