Tema
Este cómic es la segunda parte de Esta Farmacia Es Una Cruz.
Dolores es una joven farmacéutica recién licenciada que comienza sus prácticas. Su vocación y horas de estudio no parecen haberle preparado para la vida detrás del mostrador de una farmacia.
Puntos fuertes
El guion y la estética de este comic sigue la misma línea que el volumen anterior. Contiene grandes dosis de humor, divertidas anécdotas, estética consistente de cómic tradicional junto con la credibilidad de provenir de la realidad de un farmacéutico.
Realizado con enorme ironía, no deja de ser una gran crítica social al mal uso y abuso que la gente hace de las farmacias así como a la medicalización de la vida. A la vez pone en valor el papel tan importante que realizan los farmacéuticos como personas formadas e informadas que tranquilizan y educan a esa misma sociedad. Como en Esta Farmacia Es Una Cruz, despierta gran simpatía por la figura del farmacéutico. Teniendo en cuenta el gran papel que han hecho los farmacéuticos durante la pandemia actual, se percibe casi como un bien merecido homenaje
Es un cómic a todo color con variabilidad en la disposición y número de viñetas y que aporta una lectura muy dinámica. Es el clásico libro que se lee «de una sentada». Los personajes son exagerados, lo cual permite la metáfora y lo hace muy expresivo. Utiliza recursos clásicos del cómic de humor, recursos del cómic tipo Ibáñez, que le aportan un toque muy divertido.
Por qué es medicina gráfica
Este cómic es una llamada de atención al mal uso de la Farmacia y a la necesidad de una buena educación sanitaria y a la des-medicalización de la sociedad.
A la vez, también hace patente la ausencia de un sistema sanitario más accesible o de algún medio de información formal de calidad que permita a los pacientes acudir con sus pequeñas (y a veces grandes) dudas. La sociedad utiliza al farmacéutico como el profesional sanitario de primera línea, fácil de encontrar y siempre accesible.
Pero en tono positivo, la relación de confianza que se establece entre el farmacéutico y el enfermo crónico y la gran labor que se puede hacer en prevención y en educación sanitaria.
Es particularmente acertada la crítica a ese nuevo fenómeno de redes sociales que son las influencers que hablan de productos farmacéuticos sin tener ninguna formación y el riesgo que ello conlleva.
Si alguna vez has pensado que un farmacéutico es un simple dispensador de medicinas, estos dos cómics te da una imagen muy real de la complicada labor que afronta un farmacéutico. Te cuenta lo que conlleva un día cualquiera donde hacen un poco de todo: psicología, economía, lectura comprensiva, informática, ingeniería, gestión…e.tc.
Una vez más, requiere mención especial lo bien que representa este cómic la dificultad de una joven farmacéutica para ganarse la credibilidad profesional a pesar de su impecable bata blanca y su densa formación.
Un cómic de lectura fácil y divertida para cualquiera pero que será particularmente bienvenido por estudiantes de Farmacia y farmacéuticos de cualquier edad.