Tema
45 años después de que su hermano Gilles muriera con 11 años en un trágico atropello, el autor de El hermano pequeño relata la terrible experiencia en esta conmovedora obra autobiográfica y cómo el duelo y la culpa han marcado su vida y la de toda la familia.
Puntos fuertes
JeanLouis Tripp (Montauban, 1958) es un autor de cómic, profesor de la universidad de Quebec y artista polifacético que inició su andadura en la revista Métal Hurlant, en 1977. Ha destacado especialmente con obras como Magasin Géneral, también disponible en español. En los últimos años ha explorado el género del cómic autobiográfico con esta obra y con Extases (2017-2020), donde habla sobre su propia sexualidad.
El Hermano Pequeño se distingue por un estilo gráfico detallado, realista y expresivo, en total ausencia de color hasta prácticamente sus últimos compases. Llama particularmente la atención el dibujo de los personajes, con una estética equilibrada, muy contenida, alejada de expresiones exageradas o la estética “cartoon” que podemos encontrar en otras obras del mismo autor. Si bien el propio Tripp se disculpó por la dificultades que tuvo para dibujar de forma fiel a sus propios familiares, la forma de reflejar sus emociones es muy acertada. El resultando una obra especialmente sobrecogedora y que obliga al lector a detenerse en cada viñeta y observar cada detalle, aún cuando haya ausencia de diálogos.
La obra no es solo una reflexión sobre la fraternidad y el duelo, sino también sobre los secretos que los lazos familiares en ocasiones ocultan. Se explora la incomodidad, la culpa y el amor incondicional que a menudo caracterizan unas relaciones familiares que desde el inicio de la lectura se nos muestran como muy complejas. Con su ya mencionado estilo sobrio, Tripp logra crear una atmósfera densa pero delicada que invita al lector a reflexionar sobre su propia historia familiar.
Por qué es medicina gráfica
Una novela gráfica que sirve para exponer su propio dolor y ofrecerlo a los lectores.
No es la primera vez que nos ocupa un cómic que aborda el duelo patológico. Sin embargo, no es habitual narrar con tanta precisión acontecimientos que marcan la vida de una persona y que abarquen 45 años de su biografía.
El Hermano Pequeño busca mostrar la dolorosa realidad que vivió el propio autor a los 18 años , la última persona que habló con Gilles, mostrando su duelo no resuelto. Las ilustraciones transmiten las tensiones no verbales, las distancias emocionales y los momentos de complicidad. Y con primeros planos a esa mano que no pudo sujetar a su hermano en el último momento nos hace cuestionarnos continuamente qué hubiera pasado…
Mención especial a las páginas dedicadas para la narración del juicio al conductor y sobre todo a las del propio entierro de Gilles, en completo silencio y donde cada plano realza la sensación de completa devastación que siente la familia.
En definitiva, una obra profundamente humana, que captura con maestría las dificultades y bellezas de los vínculos fraternos, convirtiéndose en una lectura esencial para quienes busquen explorar temas de identidad, conflicto y duelo, pero también reconciliación personal.
Contiene además una acertada crítica y una potente llamada de atención a la importancia de que un profesional sanitario esté formado para ser capaz de comunicar este tipo de terribles noticias con empatía y humanidad, evitando aumentar el dolor de las familias.
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