Tema
Una historia autobiográfica sobre la enfermedad de Crohn, en la que su autor cuenta con detalle desde sus primeros síntomas hasta su situación actual. El autor relata todo el calvario que condujo a un diagnóstico y sobre todo, el período en el que atravesó por una cirugía y sus complicaciones.
Puntos fuertes
La lectura de un cómic, como cualquier otro medio artístico, sirve como entretenimiento y puede tener una función didáctica. Pero en este caso tiene además una función terapéutica para su autor, siendo su libreta de dibujo una gran válvula de escape, su única manera de evadirse de los terribles síntomas que padecía. Esta es una obra dura, por momentos increíble, pero sobre todo supone un ejercicio visual espectacular en el que se demuestra todo lo que una persona puede llegar a expresar en una hoja de papel.
La obra está escrita casi en un tono cómico. De humor negro, eso sí, pero cómico. Utiliza la figura de los cuervos que viven fuera del hospital como narradores y los médicos están representados con túnicas de capucha como si fueran una hermandad oculta que conspira contra el resto del mundo.
La obra está dibujada con una estética en continua evolución. Tenemos dos claros estilos diferenciados. Por un lado, el del relato de su historia, que recuerda al de Óscar el dibujante de El Jueves, muy a vuelapluma y casi caricaturesco, sin delimitación de viñetas y sin marco. La otra parte y más interesante para el lector, es la de sus sensaciones, en la que explota un estilo absolutamente instintivo y emocional. Traza dibujos en los que se deforma como persona, en los que sus intestinos llegan a dar forma a su cabeza, a servir de marco a la viñeta o incluso de guía narrativa de la página.
El cómic está realizado en blanco y negro, pero tiene pequeñas pinceladas de color, que en ciertas viñetas son explosivas con un uso de acuarelas con colores básicos y cálidos.
Pozla introduce una marca para indicar cuáles son las ilustraciones que fue realizando durante su estancia en el hospital. Esas imágenes por sí solas ya sirven para ilustrar su viaje, pero con todo lo que añade, lo convierte en una historia más comprensible e interesante.
Hay una imagen que es particularmente desgarradora, la ilustración en la que muestra lo que echa de menos a su mujer e hija. Es un dibujo con trazos agresivos y explosivos en los que se funde en un abrazo con ellas, sin delimitar claramente qué es de cada uno, pero con un impacto visual y en un momento concreto de la historia que resulta devastador. Se detecta poca presencia de la familia en los dibujos que no es casual sino un intento de proteger su privacidad como ha mencionado después su autor.
De Tripas y Corazón es una obra desgarradora, con una fuerza visual que te atraviesa. Cuenta una historia de sufrimiento en una persona que, a pesar de que gestiona muy mal el dolor en ningún momento tira la toalla y continúa en la lucha.
Por qué es medicina gráfica
De Tripas y Corazón relata la odisea de un paciente con enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria del intestino en la que aparecen lesiones ulcerosas a lo largo del mismo produciendo desde dolor y diarrea hasta posibles complicaciones como perforaciones, obstrucciones intestinales o infecciones. La enfermedad puede presentarse de diversas maneras, con mayor o menor intensidad. La forma que ha padecido el autor es de las más agresivas, como nos va explicando a lo largo del cómic. Aparece mucha información que puede ser útil a personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal y que sin duda les hará sentirse acompañados en su propia experiencia.
Impresiona que comienza a presentar los síntomas en 2001 pero no es diagnosticado, y por tanto orientado terapéuticamente hasta 2010. Relata que durante nueve años fue etiquetado de nervioso, ansioso e incluso de que inventaba los síntomas. Desde un punto de vista clínico resulta llamativo la tardanza en el diagnóstico .
Como sanitario, es impactante la frialdad con la que retrata a los médicos y sanitarios en general. Esta obra merece la lectura de muchos sanitarios que deberíamos aprender a sentirnos reflejados en la vivencia de los pacientes. Uno quiere pensar que la tardanza del diagnóstico y las actitudes del personal estén un poco exagerados. Hay escenas en las que se muere de dolor, avisa a las enfermeras y pasan horas sin que acuda nadie. No nos vendría mal que esta obra estuviera al menos sugerida en las facultades como lectura importante para la formación y desarrollo de empatía.
De Tripas y Corazón es una obra sobre el sufrimiento, sobre el poder terapéutico del cómic pero sobre todo sobre la soledad. Me quedo con esas páginas con una pequeña viñeta rodeado por un enorme mar de espacio blanco y esa página en la que nos dice:
“Cuando mi rotulador se posa sobre una hoja, traza, rasca, ennegrece la página, el dolor se difumina… Es una forma de transformar toda esta mierda en una satisfacción.”