Give my regards to Black Jack

Tema

“8000 personas. Cada año en Japón se licencian unas 8000 personas en las 81 facultades de Medicina que hay en todo Japón. ¡Entre todos ellos, vosotros 80 sois la auténtica élite!”

Así comienza la obra magna de Syuho Sato, cuyo título hace una clara referencia al “Black Jack” de Osamu Tezuka (el considerado por muchos padre del manga, por cierto, graduado en Medicina). “Say Hello To Black Jack” nos cuenta la historia de Eijirô Saitô, un joven médico en prácticas licenciado hace tan solo tres meses atrás en la Facultad de Medicina de la Universidad de Eiroku, a la vez que hace una radiografía del sistema sanitario japonés.

(ACTUALIZACIÓN: La serie fue renombrada «Give my regards to Black Jack» por pleitos entre el autor de la obra y la editorial japonesa. Aunque esta reseña se basó en la publicación original en España de la editorial Glenat, pasó a manos de DKO y posteriormente a Sekai Editorial, la cual ya lo publica con el nuevo nombre y es el que podéis encontrar en librerías actualmente.)

Puntos fuertes

El estilo de dibujo de Sato, aún lejos de ser hiperrealista, está cargado de detalles (de hecho, los ajustados tiempos de entrega de las editoriales de manga japonesas suponían un gran problema para él, como explicó en una entrevista, ante la “lentitud” en su manera de dibujar) acompañando muy bien a la historia que tal y como es plasmada, en muchas ocasiones, nos hará creer que el autor conoce desde dentro el mundo de la Medicina. Esto es así gracias a la colaboración de varios supervisores sanitarios en la creación de esta obra, hecho que aporta un gran valor a la lectura por parte del sanitario, dándole credibilidad.

Por qué es medicina gráfica

A través de los ojos del protagonista se nos plantearán diversos dilemas y situaciones en cada uno de los servicios por los que irá rotando (Cirugía, Medicina Interna, UCI neonatal, Oncología, Psiquiatría…): el médico en Japón, los derechos del enfermo psiquiátrico y los prejuicios en torno al mismo, la enfermedad en el neonato, la muerte digna, la quimioterapia… todos temas que inquietan a cualquier persona que se mueve en el mundo de la sanidad. Los dilemas éticos son una constante en estos cómics, así como la llamada de atención sobre la carga de trabajo y la responsabilidad que conlleva.

A lo largo de esta obra, veremos cómo la personalidad de Saitô, idealista y rebelde, se va transformando poco a poco, al tiempo que sus experiencias nos mostrarán los vicios y virtudes del sistema sanitario japonés, muchos de los cuales serán comunes a otros sistemas similares. El autor no duda en criticar las ocasionales acciones de un sistema donde prevalece el beneficio económico frente al del paciente.

La lectura de este libro puede ayudar a la reflexión e incluso acompañar a estudiantes de medicina y médicos jóvenes en la difícil adaptación al medio así como instigar un cierto espíritu crítico, siempre  necesario. 

En 2003 se publicó una adaptación de imagen real en forma de serie de televisión, llegando de esta manera a un público mayor. Esto supuso que una parte de la sociedad japonesa empezara a cuestionarse el buen funcionamiento de su sistema de salud. 

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