Quiéreme bien. Una historia de maltrato

Quiéreme bien. Una historia de maltrato

Autores/as
Rosalind B. Penfold
Número de páginas
256
Fecha de publicación
2018
Editorial
Astiberri
ISBN
978-84-16880-44-7

Tema

Quiéreme bien es el relato autobiográfico de una mujer autónoma y exitosa en su carrera profesional, que se enamora de un hombre viudo con cuatro hijos. Mantendrá una historia amorosamente desenfrenada que con el paso del tiempo desembocará en maltrato.

Puntos fuertes

Rosalind B. Penfold es el pseudónimo utilizado por la autora, una mujer canadiense que sufrió maltrato por parte de su pareja. Lo cuenta en un cómic publicado a partir de los dibujos que ella misma realizaba como consuelo y desahogo mientras vivía con él. El resultado es una novela gráfica autobiográfica, sincera, directa, sin filtros, muy espontánea, con unas viñetas y un dibujo rápido, casi como si fueran esbozos.

La autora comenta que a partir de los dibujos realizados pudo editar el libro, añadiendo algunos más para poder contextualizar las historias. Así pues, vemos un dibujo con un gran valor emocional, de trazos libres y francos, dando importancia al negro como color predominante. Si uno ojea el libro rápidamente en una tienda, no es un tipo de grafismo que agrade visualmente, pero junto a la narrativa que le acompaña se convierte en un cómic del que no puedes despegarte.

Su lectura provoca sentimientos y emociones capaces de conmovernos profundamente. En algunos momentos hasta podemos percibir estados de incomodidad, fastidio, hasta dolor por lo que está viviendo la protagonista. El estilo permite al lector identificarse fácilmente con la protagonista.

En esta obra se describe muy bien la figura del maltratador. Vemos cómo Brian manipula las situaciones, cómo controla a Rosalind, cómo la engaña y se escuda en excusas.

Los capítulos nos acompañan como una línea temporal de diez años de duración en la que la historia de maltrato se va desenvolviendo ante nuestros ojos.

  • El primer capítulo “Comienzo: Luna De Miel”, Brian promete el mundo entero a Rosalind, le hace sentir hermosa, bella, querida, necesaria… y en poco tiempo.
  • En el segundo “Confusión: Jekill y Hide”, empiezan a aparecer insultos, inicialmente de forma sutil, después de forma descarada. Rosalind entra en incertidumbre de si Brian la quiere o la odia.
  • En el tercer capítulo “Dolor: Resistir”, aun con claras señales de engaño por parte de Brian, ella es incapaz de verlo, o más bien, no está dispuesta a aceptar la realidad. Y curiosamente, aunque haya infidelidades por parte de él, aparecen los celos si Rosalind establece algún vínculo con otras personas.
  • El cuarto “La Salida: Soltar” nos lleva unos momentos de duda e inseguridad en las decisiones tomadas. Rosalind tiene la esperanza de que todo pueda cambiar, que Brian justifique lo imposible, que admita su error. Esta situación es tan sensible que recae en manos de él.
  • Último capítulo, “La Vuelta al Hogar: Encontrarme A Mí Misma”, es el momento en que la protagonista empieza a experimentar de nuevo su propia vida, a reconocer su propia persona con ayuda de profesionales expertos, amistades y familia.

Por qué es medicina gráfica

La historia que nos narra esta autora canadiense bajo el pseudónimo de “Rosalind B. Penfold” nos ayuda a descubrir qué siente una mujer sometida a la discriminación por violencia de género.

Esta novela nos explica perfectamente cuál es el proceso de la violencia de género en el marco de la pareja y puede ayudar muy bien tanto a profesionales como a la población en general a entender cómo las mujeres tienen dificultades para escapar y librarse de su maltratador. Lo más típico, como bien se aprecia en el cómic, es la aparición de la violencia de forma progresiva, comenzando con conductas restrictivas y controladoras que se disimulan amorosamente (celos, control de ropa, etc.) y que hacen que Rosalind se sienta confusa y no las perciba como violentas y, progresivamente cede autonomía a Brian, hasta dudar si realmente es ella la culpable de la situación.

Se observan claramente muchas de las tácticas utilizadas por los maltratadores, en este caso por “Brian” para tener a “Rosalind” sometida y no abandone la relación. La más clara es el papel de víctima que juega Brian y que hace sentir culpable a Rosalind. Y a la vez, él empieza a no tener en cuenta su opinión, la sobrecarga de las tareas del hogar, chantaje emocional (principalmente en relación a sus hijos), no tiene en cuenta sus objetivos de desarrollo personal y laboral sin reconocer sus necesidades ni valor sus cualidades o éxitos, la menosprecia, la miente, le promete cosas que nunca se cumplen, la castiga con el silencio, y el distanciamiento emocional, por ejemplo cuando ella decide abortar. Todo esto son claros ejemplos de violencia psicológica que de forma muy gráfica podemos apreciar en esta novela. Aparece también otro tipo de violencia, que es la de aislamiento de la familia y amistades, que son su mayor apoyo. Le hace dejar el trabajo, manifestándose la violencia económica para que dependa económicamente de él. Y como no, sin ser las primeras manifestaciones de violencia de género, aparecen la violencia física y sexual.

Podemos afirmar que la historia de esta novela gráfica es de “manual” porque describe perfectamente el ciclo de la violencia en pareja o ex-pareja (Lenore Walker, 1979), comenzando por la fase de acumulación o de generación de tensión que se caracteriza por una escalada gradual de esa tensión que se manifiesta en actos que aumentan la fricción y los conflictos en la pareja. “Rosalind” intenta calmar la situación en la creencia irreal de que ella tiene algún control sobre la agresión. Después, inevitablemente aparece la fase de agresión o de descarga de la tensión apareciendo la violencia, sea psicológica, física o sexual. Cuando aparece esta fase, las mujeres maltratadas (como también se ve en Rosalind) tienen más posibilidades de escapar. Pero después aparece la fase de “luna de miel” o reconciliación a la cual “Brian” parece que se arrepiente y hace promesas de cambio. “Rosalind” ve el lado bueno de su pareja, intentando engañarse a ella misma y hace un intento de volver a confiar. La muestras de arrepentimiento generan los sentimientos de culpa y se ve en la obligación de no fallarle, de volver a probar nuevamente la relación. En el cómic también se observa que con la repetición de estos ciclos, esta fase llega a desaparecer y al final el uso de la violencia es continua.

Para acabar, “Quiéreme bien” nos transmite lo que realmente necesita “Rosalind” para salir de la relación, lo mismo que necesitan todas las mujeres en situaciones similares: recuperar la autoestima y el valor que le han hecho creer que no tenía, empoderarse y decidir por ella misma lo que quiere hacer, ver por ella misma el daño que le está haciendo. Es una historia semejante a muchas otras historias que tristemente también son reales y que viven muchas mujeres en silencio, junto a sus hijos o hijas.

Cualquier profesional sanitario debe estar alerta y entender que para muchas mujeres el único lugar donde podrían hablar del maltrato que sufren, es la consulta. Esta novela gráfica puede crear mayor sensibilidad y entendimiento. Por otro lado, una vez más como hemos visto por ejemplo en «De Tripas y Corazón» aparece el dibujo como herramienta para sobrellevar situaciones vitales extremas.

Premios y enlaces de interés

Rosalind B. Penfold es un pseudónimo, la autora prefiere permanecer en el anonimato.

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