Tema
Oleg es un famoso autor de cómics que vive de sus nuevas obras, así como de su participación en charlas, presentaciones y salones de cómic, donde es muy solicitado. El autor se muestra reacio a la tecnologización de la sociedad actual e intenta vivir en este mundo de redes sociales y de gente pegada a pantallas. Un día, su esposa sufre una hemorragia cerebral y se tiene que adaptar a sus limitaciones y a la incertidumbre ante la evolución de la enfermedad. La obra retrata a un personaje con evidentes conexiones con el propio autor, aunque va alternando biografía con ficción.
Puntos fuertes
El principal fuerte de la obra es precisamente esa alternancia entre la realidad y la ficción. Peeters se identifica claramente en ese Oleg protagonista, igualmente autor de una obra que lo encumbró (como Peeters con Píldoras azules) y que vive con su mujer y su hija e intenta ser tan buen padre como marido. De hecho, si tuviera que resumir cuál es la principal intencionalidad de esta obra, diría que Oleg es un canto de amor a su mujer e hija. Peeters se muestra como un personaje anticuado y reacio a la evolución de la sociedad, más bien hosco y cínico en su manera de comportarse… pero que crece como persona cuando se relaciona con ellas.
La enfermedad aquí es muy secundaria, aunque está tratada con inteligencia. Muestra el debut del cuadro neurológico desde el punto de vista de Álix en el único capítulo que no está contado desde el de Oleg, y a continuación retoma como narrador al alter ego de Peeters y volvemos a ver el cuadro desde esa perspectiva. Resulta impactante y revelador ver ambas perspectivas.
Además de mostrar cómo la familia tiene que asumir la enfermedad, y su incertidumbre ante su pronóstico, añade otro aspecto interesante, como es el tema del choque cultural que se da en la comunicación médico-paciente cuando el facultativo es de otra nacionalidad. Lo hace de manera respetuosa, aunque realista.
Desde el punto de vista gráfico, Oleg tiene recursos visuales muy potentes, con una narrativa tremendamente evocadora, con un uso frecuente de viñetas detalle que muestran al protagonista como un personaje muy observador. Frecuentemente vemos detalles, aparentemente irrelevantes, pero que consiguen transmitir muy bien las sensaciones que experimenta Oleg. Un vistazo a una gota de sudor de su mujer, a una ropa interior caída, … son ejemplos de una cotidianidad que conectan inmediatamente con el lector.
Otros recursos interesantes son el uso de cuatro viñetas desconectadas de la narración principal para evocar cómo el mundo de la familia protagonista se viene abajo cuando se enfrenta a la enfermedad; el tratamiento de la lluvia con un estilo sencillo pero muy visual; la representación de la ansiedad del protagonista con un uso de bocadillos de texto muy sobrecargado; o cómo refleja el cariño entre los miembros de la familia, consiguiendo escenas muy emocionales.
Por qué es medicina gráfica
La enfermedad no es la protagonista de esta novela gráfica, sino que es uno más de los muchos temas que se tratan, además de la tecnologización vertiginosa de la sociedad, el racismo, o la propia idiosincrasia de la industria del cómic en el momento actual. Pero precisamente el hecho de que la enfermedad sea otro de los múltiples elementos de la vida de estos personajes potencia mucho ese punto de vista del paciente, de cómo se enfrenta una persona cualquiera a unos síntomas incomprendidos e inesperados, a cómo recibe la información, y especialmente al miedo y la incertidumbre de cómo afectará dicha enfermedad a su vida cotidiana a partir de ese momento.
Como se comenta en el anterior apartado de la ficha, otro de los puntos por los que es interesante desde el punto de vista de la Medicina Gráfica es el tratamiento de la comunicación médico-paciente, y cómo el hecho de un cambio de nacionalidad (el médico es ucraniano) con una cultura muy diferente, y un tipo de comunicación que llama la atención a los protagonistas.
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