Tema
Lila es una niña que desde su infancia no se siente cómoda con ropa femenina y que, a medida que la pubertad comienza a cambiar su cuerpo, es consciente de que se siente hombre. Lila tendrá que dejar paso a Nathan, que intenta salir de ese cuerpo femenino y llegar a uno con el que se sienta identificado. Llamadme Nathan cuenta el paso de la infancia a la mayoría de edad, donde por fin podrá llevar a cabo ese cambio con tratamientos médico-quirúrgicos y conseguir su identidad de género civilmente.
Puntos fuertes
Llamadme Nathan es una obra que aborda con franqueza y sin necesidad de usar ningún tipo de tabú el tema del transgénero en la infancia/adolescencia y de la propia disforia de género que suele acompañar en mayor o menor medida a este tipo de personas. Lo hace en primera persona, con la fortuna para nuestro protagonista de que su familia lo apoya. De hecho, una de las cosas que más interesante resulta son unas pocas páginas intercaladas en la historia en las que cada miembro de la familia cuenta cómo vive la situación, sus miedos e inquietudes.
La imprescindible y dura lucha por los derechos LGTBI puede llegar a dar la sensación de que el que un familiar sienta angustia, por no saber afrontar la situación, no se puede tratar para evitar dar la sensación de que no es una ansiedad comparable. Los autores lo cuentan de manera aparte, pero me parece bien que muestren también ese «no saber llevar la situación». Hay una escena en la que el hermano pequeño lora porque no quiere «dejar de tener una hermana» que me parece entrañable.
La obra tiene un dibujo muy sencillo, con un diseño de página muy simple y nada llamativo, que se centra en la historia y no pretende «distraer» al lector. Pero hay momentos muy concretos en los que se percibe todo lo contrario: Zuttion recurre a escenas, generalmente a doble página, en las que se busca el impacto en el lector, bien sea con Nathan arrancándose unos pechos que le espantan, o una viñeta en la que, tras una visita al vestuario de chicas, se siente asfixiado entre los voluminosos pechos de las adolescentes, o una representación gráfica de toda la cirugía a la que se tendrá que someter el protagonista.
La obra está basada en un caso real, conocido de la guionista, y se nota que busca contar su historia y su proceso a lo largo de los años contando lo bueno y lo malo. Es una historia que puede tender a necesitar contar solo lo malo para conseguir más impacto en el lector, pero sin embargo también cuenta buenos momentos con amigos o familiares, así como la aceptación de personas que le rodean y que llegarán a defenderlo frente a la ignorancia habitual que hay acerca de estos temas.
Por qué es medicina gráfica
A pesar de que según el CIE-11 la disforia de género ya no se considera enfermedad, son muchos los procedimientos que hay que atravesar para el cambio de sexo: endocrinólogos, psicólogos… Todo esto se ve reflejado en las páginas de esta obra: el proceso hormonal, los tratamientos médicos y quirúrgicos que se necesitan son tratados con mayor o menor profundidad.
Además, el trastorno de identidad de género que vive Nathan va acompañado de una serie de síntomas que sí son patológicos: se escarifica los brazos como rechazo/autocastigo, y vive momentos de ansiedad y ánimo depresivo, así como irritabilidad por la sensación de incomprensión de su entorno.
No solo es importante el manejo médico-quirúrgico de la reconversión física sino el acompañamineto psicológico de un proceso que puede llevar años.
Es importante que el profesional entienda la carga mental y el estrés que esto puede suponer para pacientes que comienzan este camino.