Tema
La autora narra, en esta colorida novela gráfica, la enfermedad de su padre, un cáncer de pulmón terminal. Lo hace desde el punto de vista de los miembros de la familia, y plasma el modo en que el proceso marca y condiciona a todos ellos. Con una narración llena de metáforas, Marion Feyolle refleja la perplejidad y el sufrimiento de su madre, de su hermano y el suyo propio.
Puntos fuertes
Se trata de una obra autobiográfica en la que la autora emplea un enfoque absolutamente surrealista para contarnos el modo en que la enfermedad de su padre afecta a la familia y cómo intentan adaptarse a ella.
Solo muy avanzado el libro se refiere de forma expresa al “tumor”, pero desde el inicio puede intuirse que está hablando de un cáncer. Describe cómo se va convirtiendo en un ser dependiente, un niño necesitado de cuidados y protección, o un rey tirano “que en realidad ya no era capaz de gobernar su propia vida”.
Utiliza potentes imágenes metafóricas muy complejas y repetitivas de trazado exquisito. La evolución de la enfermedad como pedazos que son enterrados, la figura materna como unas faldas inmensas entre las que protegerse, el árbol para evocar la familia , el vuelo para expresar el abandono del hogar por los hijos adultos, los sanitarios como un ejército invasor o la muerte como un foco de luz ineludible. Estéticamente es original y muy atractiva. Es una novela cargada de ternura.
Por qué es medicina gráfica
La obra aborda la enfermedad grave desde el punto de vista del familiar y del cuidador, y utiliza el surrealismo para plasmar la perplejidad de la hija que vive cómo la figura de su progenitor se va volviendo frágil y necesitada de cuidados.
Queda patente el desconcierto de los familiares y la dificultad de enfrentar las incertidumbres de la enfermedad terminal.
Con una aproximación muy personal, la autora consigue des-dramatizar la experiencia brutal de ver consumirse a su padre hasta la muerte. Relata cómo la enfermedad de un ser querido trastorna la dinámica familiar hasta el punto de que absolutamente todo gira en torno al enfermo, convirtiendo la casa en un escenario invadido por “tipos de blanco”. Es también interesante las sensaciones que se crean alrededor de estos miembros del equipo de cuidados paliativos, observándose una evolución en la familia que empieza viéndoles como invasores para acabar uniéndose a ellos.
Sin duda es una novela gráfica que estimula la reflexión sobre la etapa final de la vida, la fragilidad y dependencia que conlleva y la importancia del núcleo familiar. Útil para los sanitarios que trabajen con enfermos terminales y para pacientes y familiares.