Tema
El protagonista, un solitario dibujante afronta la enfermedad terminal de su madre y sus propios retos personales.
Puntos fuertes
A pesar de que IN. no es autobiográfica según declara el autor en entrevistas, captura muy bien la personalidad del protagonista. Nick es un joven introvertido, con dificultad para comunicar emociones o pensamientos profundos y cierta anhedonia (incapacidad para experimentar placer).
La estética es muy agradable. En negros y grises en su mayoría aunque en determinados momentos de la historia y para expresar sensaciones y sentimientos más complejos, cambia radicalmente y aparecen las ilustraciones en color. Estas páginas en granates, azules y ocres son escenarios surrealistas y a veces con personajes y situaciones que parecen salidos de un sueño. Se lee como una explosión de emociones cuando el protagonista consigue “conectar” con otros.
Uno de los puntos más potentes es cómo se representa la dificultad para comunicarnos. Teniendo en cuenta que este libro se publica en el contexto de una pandemia mundial, resuena con fuerza un profundo sentimiento de soledad.
El autor maneja el lenguaje del cómic de manera magistral especialmente en relación al paso del tiempo. Escenas que representan un periodo corto pero intenso, por ejemplo en la sala de espera del médico o el paso de semanas o quizás meses concentrados en unas pocas viñetas de manera muy ingeniosa y atractiva.
La lectura es fácil y ágil, con un interesante uso de los bocadillos y texto libre, uno expresa lo que piensa y el otro simultáneamente lo que dice, sin que apenas concuerden.
Por qué es medicina gráfica
Aparecen varios temas de interés. Por un lado esa anhedonia del protagonista que apunta a una tristeza vital.
La enfermedad de la madre, un cáncer de páncreas avanzado saca a la luz varios elementos importantes que pueden servir para abrir conversaciones: el afrontamiento del final de la vida, la enfermedad como evento familiar más que personal, los cuidados paliativos o el duelo.
Otra de las protagonistas de esta historia es Wren una joven oncóloga amiga de Nick. Es un personaje que aporta a esta novela gráfica varias cosas, entre ellas desmitifica al profesional médico, alguien que más allá de la bata puede tener un gran punto gamberro sin perder profesionalidad. Hay una escena particularmente potente en la que Nick exige que cure a su madre; en unas viñetas muy pausadas en las que solo cambian los ojos al llenarse de lágrimas, la doctora reconoce “no siempre puedo hacer algo”. Esa frustración contenida y esa disonancia entre lo que esperan los pacientes y lo que se puede hacer, será reconocida por muchos profesionales.
El dilema ético de la médico de no tratar a personas cercanas emocionalmente es otro de los puntos de interés para la medicina gráfica. En España, tratar a familiares y amigos no es ningún problema, demostrando diferencias culturales en deontología médica.