Tema
La irrupción de María en la vida de BEF marca un antes y un después. No solo como padre, sino como padre de una persona que padece autismo. Un viaje maravilloso acerca de este trastorno y de cómo afecta a la gente que lo padece y a quienes le rodean.
Puntos fuertes
Esta obra es una auténtica maravilla, que logra conectar con el lector desde la primera página.
Es una obra que estéticamente es simple, no tiene viñetas en general con mucho contenido o dialogo, pero cada viñeta logra atrapar al espectador. El dibujo es sencillo y de gran potencia estética con trazo negro muy marcado. Las caras de los personajes son muy expresivas y algunas algo cómicas con grandes narices y gafas y ojitos que son apenas un trazo.
El autor hace un interesante uso del color, con un predominio inicial del azul, que representa la melancolía pero es además el color elegido para las campañas sobre el autismo. Expresado en palabras del propio autor: «La primera parte del libro viene en ese color, porque esta condición es un universo azul para los pacientes. Pero en el libro llegamos a un punto en el que el psicólogo Diego Reza nos dijo: hay todo por hacer, y entonces todo se llena de colores, tal como nos sucedió a nosotros». Los colores como expresión de las emociones tienen enorme fuerza en Medicina Gráfica.
Se establece desde el primer momento una conexión intima entre el lector, la pequeña María y su padre BEF. La voz que escuchamos principalmente a lo largo de la obra no es la de la protagonista, sino la de su padre; un enfoque propio de la medicina narrativa, donde lo importante es explorar la vivencia de enfermedad del paciente y la de su medio más cercano.
Otro punto fuerte de la obra es que logra un gran impacto emocional mostrando con gran destreza las reacciones y emociones de BEF o su mujer. El mejor ejemplo es el descenso a la oscuridad del autor y su levantamiento progresivo, una secuencia quizás fantástica pero entendible y muy significativa.
Por qué es medicina gráfica
Es un gran ejemplo de medicina narrativa gráfica, por medio de las imágenes podemos incorporar y entender mejor la experiencia de enfermedad, del paciente y su entorno. Es una obra estupenda para que los profesionales sanitarios que tratan a personas con autismo sepan entender no solo a los pacientes sino la vivencia compleja de sus familiares. Una vez más una novela gráfica como esta sería un complemento excelente a cualquier libro de texto médico que trata sobre el tema. Enseñar a ver a la persona, más allá de la enfermedad.
Por otro lado, es una reflexión muy interesante de la importancia de “quien cuenta la historia”, puesto que la de María no la cuenta ella sino su padre. Esto añade perspectiva, complejidad y riqueza. Quizás seria un relato distinto si lo hubiera escrito la propia María o su madre. En el libro queda muy claro que la experiencia de paternidad de BEF esta marcada por su propia infancia, lo cual afecta sin duda a la manera en que cuenta la historia de su hija (y en parte su propia paternidad).
Habla María es una una demostración de esperanza para todas las personas que tienen familiares con esta condición. Funciona visibilizando el autismo y ayudando por tanto a desestigmatizarlo.
El autor ha comentado que la creación de este cómic le ha supuesto también una forma de aprender a afrontar el reto personal de tener una hija diferente, aportándole un gran efecto terapéutico.
«El amor tiene muchas formas y en este caso tiene forma de libro» ha dicho de él Liniers.
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