Tema
California Rocket Fuel es la historia de una consulta al psicólogo/psiquiatra. El relato ilustrado del trastorno bipolar del protagonista, con sus altibajos interestelares por la depresión y la manía con parada en ingresos hospitalarios, largos días en la cama y múltiples cambios de medicación.
Puntos fuertes
Esta magnífica obra está basada es la experiencia personal de su autor a quien se diagnosticó una enfermedad bipolar. En el brevísimo texto de introducción describe su proceso como: «viaje a la depresión con parada en la manía, en la hipo-manía, a veces lúcida, a veces lúbrica». Estar creado desde el sufrimiento de la enfermedad mental en primera persona, es uno de los puntos fuertes de este peculiar cómic.
California Rocket Fuel es el nombre que se da en EEUU a la mezcla de dos fármacos: Mirtazapina y Venlafaxina, indicados en el tratamiento de la depresión severa. El personaje está inspirado en la forma que se obtiene de juntar la medicación psiquiátrica, según cuenta el autor en redes sociales.
La historia tiene formato de tebeo: se organiza en paneles de seis viñetas por página (la mayoría), tres viñetas o una única viñeta en el centro de la página; en este último caso suele coincidir con representaciones de situaciones graves. La narración está estructurada en forma de paréntesis; comenzamos con tres páginas en las que se representa una consulta con un profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra), a la que volvemos en la última página del relato después de que el paciente cuente sus idas y venidas por la depresión y la manía en diez escenas de viaje visual.
Los dibujos, compuestos por formas geométricas de trazo negro y grueso son muy expresivos a la vez que simples. Apenas hay texto, y en las contadas ocasiones en que aparece se encuadra en bocadillos si es el diálogo de un personaje, o inundando el fondo de la viñeta en el caso de las canciones. La representación del paso del tiempo es un tema muy importante en la obra, ya que nos transmite la anhedonia, la soledad y el vacío del protagonista. Para lograrlo, el autor hace uso por un lado de los silencios y por otro de las transiciones. Predominan las transiciones momento a momento, en las que apenas hay variación entre viñetas a excepción de los colores de fondo reflejando los cambios de luz del día, o una lágrima más que resbala por la cara del personaje; la transición aspecto a aspecto también es muy utilizada, con la que cambiamos de punto de vista dentro de una misma escena.
Ya que la historia transcurre en silencio, el autor incluye un sinfín de metáforas con las que comunicar visualmente los sentimientos del protagonista:
- Partimos como decía de la consulta con un profesional de la salud, no especifica si psicólogo o psiquiatra, cuyo gesto permanece inmutable ante el relato de clínica depresiva (en el primer panel) y maníaca (en el segundo) del paciente, mientras anota con una libreta.
- En la primera escena, una niña dibuja desde un banco: primero dibuja un pájaro similar al que ve, después un gato con un gesto temeroso que no se ajusta a la realidad, y por último un perro completamente distinto a la imagen real del animal. Al final de la escena la niña se transforma en lo que aprenderemos que es la representación de un medicamento. Esto podría simbolizar cómo su percepción del mundo va cambiando a medida que avanza la terapia farmacológica.
- El insomnio, la anhedonia y el vacío del personaje se representan en nueve páginas de seis viñetas en las que el personaje, acostado en su cama con un gesto triste, pasa el día. El fondo cambia del color del amanecer al del anochecer.
- Los pensamientos que deprimen al protagonista se representan como un brote de color que nace de la cabeza del personaje e inunda la viñeta.
- La ideación suicida aparece como un ovillo negro que acompaña al protagonista durante cinco viñetas; en la quinta mira un cuchillo que aparece en la sexta viñeta y en la página siguiente una ambulancia ocupa el centro de la página en una viñeta única.
- La pauta de medicación al alta hospitalaria se representa en un panel de seis viñetas; a la izquierda la representación de las pastillas (aparecen a lo largo de la obra como un huevo del que emerge un ente móvil) y a la derecha el café del desayuno, los cubiertos del mediodía y la sopa de por la noche. Recuerdan a la representación que se suele incluir en la receta electrónica.
- El trabajo supera también al personaje; rodeado de un mundo feliz, parece arrastrarse en la rutina. En la encuesta de cribado de la depresión una de las preguntas es si se han perdido las ganas de hacer actividades que antes suscitaban interés; es el caso del protagonista.
- La nave Belmonte podría ser la representación de la vida del personaje; así, contemplándola desde la distancia (cada vez más pequeña) vagar a la deriva se pregunta ¿cómo he llegado hasta aquí? La nave tiene en su interior un expendedor de fármacos, y una señal de “batería cargada” que aparece tras tomar la medicación.
- El momento de mayor bienestar de la novela es en el que escucha música y logra sobrevolar sus pegajosos pensamientos.
- El contacto social provoca gran ansiedad al protagonista; prueba de ello son las gotas de sudor que corren por su frente durante una de las escenas. En el encuentro con una amiga trata de ponerse por encima en todo momento para camuflar su inseguridad, “anticipándose a todas las conversaciones”, haciendo sentirse cada vez más pequeña a su compañera (esto se representa visualmente), que le descubre la medicación en el bolsillo y le anima a tomársela. “Mucho mejor así”, dice. Con esta escena vemos como se normaliza el hecho de tener que tomar la medicación en público, incluso cómo es percibido como algo beneficioso.
- Hay un momento en el que la batería de la nave Belmonte se agota y el perro azul del principio de la historia le acerca la última pastilla disponible. El personaje, anteriormente tumbado en el suelo, revive y sonríe. Parece que además de la medicación, ha contribuido que “algo” se haya preocupado por él y le haya cuidado.
- Al final de la historia el profesional de salud mental que le ha escuchado, le ofrece un botón azul y le pregunta “¿y si dijera que con este botón todo desaparecería?”. La duda domina al personaje y en ningún momento le vemos presionar el botón.
Por qué es medicina gráfica
Este tebeo puede ser útil para pacientes que atraviesan un diagnóstico de trastorno bipolar y/o depresión, así como para familiares y entorno. Por lo general son procesos de los que es difícil hablar, cuesta describir tus síntomas y experiencias, ya que la vivencia varía mucho de un individuo a otro, en función del contexto biopsicosocial. El hecho de que esté contada a través de imágenes huyendo de diálogos hace que las ideas que pueda evocar en el lector abarquen un mayor número de experiencias que si fueran descritas con la claridad del lenguaje escrito. Por otro lado es interesante la reflexión sobre cómo a pesar de todo, el personaje no cambiaría su manera de estar en el mundo si le ofrecieran un botón con el que desapareciese tanto vacío e inestabilidad anímica.
California Rocket Fuel tiene tiene además un indudable valor para los profesionales sanitarios. En primer lugar para entender la enfermedad desde dentro, lo que siente y vive una persona con trastorno bipolar. Además para reflexionar sobre nuestra actitud ante el sufrimiento y nuestra capacidad de comunicación. Las primeras imágenes de este comic tienen una enorme fuerza; un paciente en consulta que cuenta sus dificultades mientras el médico (o quizás sea un psicólogo) permanece impasible sin levantar siquiera la vista de su cuaderno, ni siquiera cuando el paciente llora.
Este cómic es sin duda muy recomendable desde la perspectiva de la Medicina Gráfica.
Premios y enlaces de interés
Web del autor: http://www.lorenmontatore.com/
Instagram: @lorenzomontatore
Twitter: @lorenmontatore
Venta online: https://mortalyrosa.squarespace.com/cmics/8rw8nu05s9gnhwzx5mqimqygzeklml