Tema
Blade Girl, la paratleta es la historia de superación de Rin, una adolescente que tras sufrir la amputación de una pierna por un osteosarcoma encuentra en el atletismo una nueva razón para seguir adelante.
Puntos fuertes
A lo largo de los 3 volúmenes de esta obra, veremos la evolución de Rin desde la sala de rehabilitación hasta el atletismo profesional. A priori, el valor de esta obra es innegable, pues, a pesar de no tratarse de una patografía gráfica como tal, es un ejemplo de inclusión a la hora de tratar un tema pocas veces tratado en el mundo del cómic como es el deporte paralímpico. Para ello, su autora, Narumi Shigematsu, se ha documentado y rodeado de personas directamente involucradas en el tema, como especifica en los agradecimientos en cada uno de los tomos, ya sean atletas, entrenadores, ingenieros, la Asociación Deportiva para Personas con Discapacidades de Tokio, el Centro de Apoyo Protésico y Ortoprotésico de la Fundación Ferroviaria de Interés Público, etc.
Aunque la obra está clasificada dentro de la demografía josei (público femenino adulto como principal objetivo), se deja influenciar por otras demografías y géneros, pues en ella vemos claramente elementos más propios del spokon o género deportivo, donde típicamente vemos historias de superación personal, inspiradoras, cuyos personajes encuentran en el deporte más que un modo de vida. Por otro lado, su bonito dibujo, aunque algo irregular en algunas páginas, presenta un estilo propio de la demografía shōjo (público joven femenino), especialmente evidente en cómo presenta a algunos personajes, como Kazami, el atractivo diseñador de prótesis, casi siempre rodeado de un halo de «belleza» a través del uso de las tramas (dicho de forma sencilla, las láminas que usan los autores para rellenar los espacios en blanco) y otros recursos visuales. Personalmente en cuanto a su dibujo destacaría la expresividad de los ojos de Rin, que pasan de estar casi sin vida en las primeras páginas a llenarse de luz en los momentos de mayor emoción.
La historia de Rin nos muestra cómo podemos pasar de la tristeza, de la negación y la derrota a la esperanza y el reenfoque de nuestra vida a pesar de los obstáculos. A través de Mizuhara, su fisioterapeuta, conocerá en primer lugar al «Blade Runners», con Shirai el protésico como fundador, un club atlético de corredores con discapacidad, en cuyos miembros veremos otra forma de sobrellevar la enfermedad/discapacidad. Posteriormente conocerá a Kazami, diseñador de prótesis, quien resultará clave para el cambio de actitud inicial de Rin. En los sucesivos capítulos de la obra conoceremos a otros personajes interesantes como Kei (la competitiva corredora que servirá de inspiración a Rin), a los padres de Rin (y, aunque algo superficialmente, el cómo han vivido la enfermedad de su hija), etc. y veremos a su vez cómo Rin acaba siendo la inspiración para otros que vendrán tras ella.
Por qué es medicina gráfica
Como hemos adelantado anteriormente, no se trata de una patografía gráfica, pues no relata paso por paso la vivencia personal de la enfermedad, pero sí tiene un valor innegable por
diversos puntos. El deporte en personas con discapacidad es perfectamente reflejado en sus páginas, entrando en detalles como la elaboración y el uso de prótesis de competición.
Aunque desde un punto de vista finalmente positivista y que busca resultar inspirador y emocionante, la obra también muestra los retos, las dificultades y sentimientos que una persona
que sufre esta clase de enfermedades tiene que soportar, desde la tristeza, la negación y el derrotismo de las palabras de Rin (“no puedo hacer nada de lo que me gustaba”) hasta el dolor
físico, las caídas y el duro aprendizaje y proceso de rehabilitación.
Los padres de Rin representan la figura del familiar del enfermo y resulta también interesante ver cómo viven el proceso de su hija. Si hablamos de la figura del sanitario veremos la
superficial representación del médico rehabilitador quien le explicará al padre de Rin la lenta recuperación de su hija por entre otras cosas una falta de motivación, teniendo como contraparte a Mizuhara, el fisioterapeuta, pieza clave en la recuperación de Rin, pues sirve de primer nexo con el club de atletismo en busca de una mejora en el proceso de su paciente y la
acompañará a lo largo de la obra.
La historia de Rin puede resultar especialmente inspiradora en pacientes y familiares que estén pasando por algo similar, quizás, sirviendo de base para buscar su propio motivo para seguir adelante. También resulta interesante en sí misma para conocer unas primeras pinceladas del deporte de competición en personas con discapacidad, el uso de prótesis, ya sean de competición o no, etc. Del mismo modo y como ocurre habitualmente en las obras de Medicina Gráfica, encontramos una forma de ganar empatía con esta clase de procesos y pacientes, por lo que resulta también interesante su lectura en sanitarios.
Premios y enlaces de interés
Twitter de la autora: https://twitter.com/snarumis