Tema
Miguel Gallardo nos cuenta en primera persona su experiencia frente al diagnóstico y tratamiento de un tumor cerebral durante la pandemia de COVID19 del 2020.
Puntos fuertes
La estética de esta novela gráfica es muy llamativa, con el ya tan reconocible estilo de Miguel Gallardo. Dibujos trazados en negro, usando viñetas de estructura y tamaño similar entre ellas donde predomina la página de nueve cuadros, con otras páginas que rompen esa simetría. Pero sobre ese trazo negro, usa el color de manera siempre inusual. Figuras que tienen el mismo tono que el fondo, ya sea azul, amarillo o verde, con colores poco brillantes, jugando en cada página con una paleta de dos o tres distintos.
El aspecto general de las viñetas, cuando uno hojea sus páginas, es humorístico, con caras muy expresivas y muchas pequeñas metáforas que te hacen sonreir. Solo cuando uno comienza a leer, se da cuenta de lo trascendente del tema. Y a pesar de todo, es capaz de sacarte un montón de sonrisas y alguna carcajada además de muchas reflexiones serias y algunas profundas. Su lectura resulta muy atractiva.
Desde nuestro punto de vista una de las grandes fortalezas de este libro es que está contado en primera persona y se ha dibujado y publicado de manera inmediata, con la enfermedad y todas las sensaciones personales aun a flor de piel. Esto le aporta una gran credibilidad.
También es interesante que leemos a Miguel Gallardo como un autor que tiene ya su lugar en el mundillo de la Medicina Gráfica por sus obras María y yo y María cumple 20 años. Este libro es como seguir leyendo su peculiar biografía. Es muy relevante el valor que Miguel da a su capacidad de dibujar, no solo como una manera de lidiar con la incertidumbre y el miedo durante esta grave enfermedad sino como su herramienta mágica de comunicación con su hija María. A los días de ser operado, descubre con inmenso alivio que puede seguir dibujando y le invade el optimismo. Su primer dibujo es María.
Por qué es medicina gráfica
Algo extraño me pasó camino de casa tiene todos los componentes para entrar a ser parte del repositorio de obras de Medicina Gráfica.
Al autor describe los síntomas, el proceso diagnóstico, el tratamiento y la recuperación de un glioma, al que por cierto él se refiere como «su boniato». Aparece información interesante, una máquina de TAC, una mascarilla de radioterapia craneal…etc que ayudan a desmitificarlos. Pero además entra de lleno en toda esa parte de la enfermedad que es invisible a los ojos: el miedo, la vulnerabilidad, la incertidumbre, la importancia de la familia y ese cambio en la percepción del paso del tiempo. Es interesante que en varios puntos de la novela se retrotrae a convertirse en un niño, pequeño y frágil que llama a su mamá. Describe toda la experiencia como ir a la luna sin casco y volver.
Hace varias reflexiones sobre la vida y sobre la muerte que son verdaderamente emocionantes.
Tiene el valor añadido de que cuenta la situación dentro de un contexto sanitario e histórico muy peculiar, una pandemia que paraliza aun el mundo. Aparecen las restricciones, las ciudades fantasma, las fases, las mascarillas y todos esos elementos que sazonan el 2020. Hasta las posibilidades de poder salir a la calle por tener un perro aparecen reflejadas.
Es muy agradable también ver como Miguel usa su libro para hacer un canto a la Sanidad Pública y alabar lo magníficamente que funcionó todo a pesar del caos a su alrededor causado por el virus.
Sin duda un libro muy recomendable.